La primera carrera en senderos del año para mi. El escenario era el maravilloso Cajón del Morado saliendo desde Baños Morales hasta la morrena del glaciar San Francisco y vuelta. Sin embrago, dado los derrumbes producto del terremoto de febrero la carrera fue trasladada a último minuto al Cajón de la Arena.Unos 80 corredores, abrigados y algo ansiosos con el cambio de ruta, componían el contingente que salía puntualmente a las 10AM.
El lugar es igual sino aún más impresionante que el valle paralelo del Morado, pero el esfuerzo es mayor dada la fuerte pendiente que parecía no dar tregua. Los caminos más anchos perimitían correr fuerte siempre que el desnivel lo permitiese.
Desde el inicio tres corredores nos fuimos separando del resto del "pelotón", mis rivales conocidos, grandes escaladores en este tipo de terreno me hacían sufrir junto con la falta de oxígeno que ya se siente por la altura. Poco a poco me fui resignando al tercer lugar (al menos de ida) pensando que quizás bajando podría reducir las distancias en base a largos trancos y mi mayor peso, pero además consciente de que en esta, la primera prueba del año, no valía la pena arriesgar una lesión o caída en el pedregoso terreno.
Una vez ya de regreso, intenté acortar las distancias pero los punteros se veían decididos a mantener su posición, con lo que finalmente opté por hacer una bajada segura, disfrutar de las vistas increíbles y contentarme con un tercer puesto. La próxima será la versión invernal del X-Trail, seguramente en Septiembre, donde las condiciones de ruta pueden ofrecer más de una sorpresa.
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